El día 22 fue el día de la Madre Tierra, y ¿a quién mejor para rendir homenaje que a nuestro hogar?
Es un tema tan fascinante que se nos ocurrieron millones de actividades pero tuvimos que decantarnos por dos.
La primera manualidad que hicimos fue crear nuestro propio mundo. Un mundo desde la perspectiva de cada participante.
Los materiales más usados (como siempre reciclados) fueron: cartones, papel, goma eva, pinturas, rotuladores, pegamento, cordones y pegatinas*.
Las pegatinas son un recurso del que siempre disponemos por casa (de cuadernos de colorear, repetidas de colecciones, de agendas de otros años...) y los peques se divierten mucho con ellas.
Durante el proceso reflexionamos sobre todas las cosas que la tierra nos ofrece, siendo los comentarios más comunes los siguientes:
"la tierra nos ofrece agua, comida, oxígeno, océanos, animales, un sitio para vivir, amigos, plantas..."
En la segunda actividad, creímos importante realizar un gesto que, aunque es cotidiano para algunos, para muchos es totalmente desconocido: plantar una semilla.
En primer lugar, creamos la maceta con envases usados de diferentes tipos y lo adornamos con los materiales que ya teníamos de la manualidad anterior.
Una vez lista nuestra maceta, sembramos nuestras semillas silvestres junto con ramitas de hierbabuena y ya sólo queda esperar que ocurra el milagro.